El Señor, que enseñó a Moisés y a sus sacerdotes a bendecir al pueblo, es Él mismo quien primerea (Papa Francisco, inventor de palabras vivas, DEP), quien nos da ejemplo de vivir en salida, y también lo hace realidad a través del Musical Original, el paso de Carlo.
«Que el Señor bendiga a la diócesis hermana de Cuenca…» así rezamos juntos, en familia, con D. Julián Ruiz, nuestro conquense universal, obispo de esta diócesis de Sigüenza-Guadalajara, agradeciendo que el rostro de Dios y su paz llegara el sábado a más de dos mil personas en forma de bendición.
Instrumentos que somos, pequeños, y testigos del toque de Dios en el encuentro posterior con el público: enfermos que pidieron el alta hospitalaria para acudir al musical, quien está pasando la misma enfermedad que el propio Carlo, quien echa de menos a quien ya se fue con el Padre y recibió el consuelo de Carlo…
Como una bendición, como la respuesta a la oración sacerdotal sobre nosotros, nos cae del cielo en cada representación el privilegio de ver la Gracia en acción.
Dios, que siempre da más de lo que pide, a cambio de que salgamos al encuentro de otros con nuestra música y nuestra escena, nos ofrece ver, por un resquicio (un encuentro fugaz de saludo y fotos) la potencia de su amor que ha tocado el corazón…
Tanto quien bendice como quien recibe la bendición cumplen el deseo de Dios, que nos impulsa a pedir para que recibamos… ¿Sabes? La lógica de mi Dios no es dar a quien lo puede devolver o a quien se lo merece… (Carlo Acutis dixit en Original). Participar en este apostolado nos coloca ante la grandeza de Dios, que nos enseña a pedir lo que necesitamos, porque nos hizo para colmarnos con sus bendiciones.
Porque te hizo para colmarte de sus bendiciones.
Y para que vivas la plenitud de alegría que ha soñado para ti.



