Las expectativas en nuestra pequeña ciudad por todo lo alto, tras nueve meses de ensayos y un elenco de casi cien actores y actrices… Al mismo tiempo, sin embargo, un ambiente que invitaba a disfrutar de encontrarnos con Carlo y con Jesús, de unir en un musical lo bello y lo bueno de ser católicos. Las entradas de las tres sesiones se agotaron a los pocos días de venta (¡Vale! …quizá las familias de los 140 que somos ya casi llenaron un pase… pero, ¿y los otros dos?) y el público salió sorprendido de la calidad actoral, de la música en directo y de los decorados, de las coreografías… del nivel casi profesional y de la dosis de realidad que se vivía sobre el escenario. Porque eso fue lo que más destacó el público: la verdad de lo que representábamos sobre las tablas… ¡Porque era vida lo que se veía! Felices empezamos nuestra gira con tantísimo apoyo…
Sanse: ¡empieza la carlomanía!
«¡Mami, lo he visto!» Y mamá, feliz de ver al niño emocionado, se prepara para esperar a que...