Este espectáculo creó en mi una mezcla de emociones únicas desde el primer momento; con la primera canción, ya se me saltaban las lágrimas. Y así, con todas: enseñanzas sobre el amor, la amistad, la familia… pero todo vivido desde la fe.
En un mundo donde la gente ha perdido la confianza, la esperanza, y la ilusión, esta mágica historia nos ayuda a recordar que la felicidad se encuentra en las sencillas y pequeñas cosas de la vida, y por supuesto, caminando al lado De Dios.
Fue, en una única palabra, espectacular. Pero lo más especial, es que al protagonista se le notaba el brillo en los ojos, y la ilusión constante iluminaba su rostro en cada frase, en cada canción, en cada baile…, era tan real… Tan real que parecía que de verdad estaba viendo ahí, en el escenario, al maravilloso Carlo.
Cuando creía que no podía sorprenderme más, tuve la suerte de poder hablar con el protagonista y otros cuantos actores. Y fue ahí donde descubrí que realmente estaban sintiendo todo lo que nos mostraron en el escenario, que era de verdad, no una simple actuación.
Que pueden mostrarnos y transmitirnos esa verdadera fe, porque realmente la llevan en sus corazones, y eso, no lo consigue cualquiera.
¿En serio siguen quedando personas así en este mundo?
¡Gracias, gracias, y gracias, por demostrarnos QUE SÍ! Personas que, movidas por la ilusión y la fe, crean maravillas como esta, “Original: El Paso de Carlo”.
Una experiencia que quedará en mi corazón para siempre…✨
SOIS INCREÍBLES ❤❤❤