¿Y si Jesús me ha mirado?

¿Y si Jesús te ha mirado, como los miró a ellos una tarde, cayendo el sol, frente al lago…? Emmanuelle, el mejor amigo de Carlo.

¿Y SI JESÚS ME HA MIRADO?

¡Cómo miraba Jesús…! Se quedó mirando a cada uno de sus discípulos antes del “sígueme” y aún hoy sigue mirando a muchos. Así empieza toda vocación, con el trato con Jesús: esa amistad, ese ir a ver a Jesús, rezar de forma continuada, es el inicio del encuentro…

Y ese encuentro, en cierto modo, desconcierta. Porque Jesús siempre propone locuras ㅡ”vende todo lo que tienes…”, “deja las redes en la orilla…”ㅡ y los corazones valientes, ya amigos de Jesús con el trato diario, son capaces de ver dónde vive Jesús, como lo hizo san Juan, y se quedan a vivir con Él.

¿Quién decide quienes somos? ¿Qué es la libertad, si no es la capacidad de ser quienes estamos llamados a ser en plenitud? ¿Y Quién conoce nuestro corazón, para llenarlo, mejor que Dios, que nos soñó y nos creó? Fiarse de Él es seguirlo…

PARA REFLEXIONAR